sábado, 19 de junio de 2010

Cuestiones policiales

Sala de profesores de una mañana lluviosa. Un grupo de mujeres discute acaloradamente sobre temas sin sentido. La lluvia cae, detrás del amplio ventanal.
Ella se asoma por la puerta. Alta, altísima. Flaca, flaquísima. La Directora del Establecimiento. Su tez aceitunada y su nariz aguileña completan su aire siniestro. Habla rápido y no escucha. Camina veloz, con sus piernas largas, larguísimas y flacas, flaquísimas.
Se detiene frente a este grupo de docentes y anuncia la noticia: el Vicedirector está internado. Tiene una puntada en el pecho, le están realizando estudios.
Y cae sobre todas un manto de sorpresa. Al igual que el último vicedirector, el actual enferma repentinamente. El recuerdo de la muerte está cerca. Las mujeres empalidecen. "Le están realizando estudios para saber qué es lo que tiene, les avisaré en cuanto sepa algo."

Ella sonríe internamente mientras pronuncia esas palabras.
Ella, pseudodirectiva y ave trepadora, sabe la verdad.
Ella, que no soportó que le sacaran el puesto años atrás, que no soporta la presión de tener, ahora, un vicedirector carismático en sus talones.

Yiya lo hizo, una vez más.


2 comentarios:

  1. Quiero ser profesora de Historia, y me imagino del otro lado todos los días.
    Y llego siempre a algo en común, a ambas partes, educadores y educandos, nos rompe soberanamente (todos los días de nuestra existencia) la tan temible "Jefa" (como le decimos en nuestro colegio). La Jefa muchas veces merece ser puesta en su lugar dentro de la cadena alimenticia, pero sólo Dios podrá cumplir ese mandato jaja

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  2. Oh mi Dios, me asusté.
    Sos Laura y te llevás mejor con los hombres que con las mujeres, creo que me veo reflejada en ti en un futuro.
    (Si, soy 'Lucía' pero realmente soy Laura)

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