jueves, 6 de mayo de 2010

Cuestiones diplomáticas

Si me enseñaron que de política y religión no se discute, ¿por qué se me ocurre sacar ese tema, como quién no quiere la cosa, en la sala de profesores?
¿Para escuchar a alguien decir que "el matrimonio es para preservar la especie"? ¿Para que a continuación diga que "si quieren, que tengan algo con otro nombre"? Voy a obviar los comentarios de "Ojo, eh, yo los quiero a los gays, pero...". Por ahí, tiene tanta suerte que no sólo es gay, sino también judío y negro.

También la oí hablar del derecho de los niños a: "un nombre, una educación, una figura materna y una figura paterna".
No había escuchado hablar de ese derecho, señora. Y no sabía que la figura paterna y la materna era exclusiva de los padres. De ser así, mi viejo me debe años de figura paterna, che. Y me vengo a enterar ahora.

Aunque sí escuché hablar de, sobre todo, el Principio 10:

"El niño debe ser protegido contra las prácticas que pueden fomentar la discriminación racial, religiosa o de cualquiera otra índole. Debe ser educado en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y fraternidad universal, y con plena conciencia de que debe consagrar sus energías y aptitudes al servicio de sus semejantes."

Me merezco el mal rato por bocona.
Pero sigo sin salir del asombro.

De yapa:

"¿Cómo van a criar un hijo heterosexual los homosexuales?"
"Sí, señora", quise responderle, pero callé a tiempo, "usted tiene razón. Todos los homosexuales son hijos de homosexuales y los heterosexuales crian nños como uno."

Oh, dios.

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